14.11.08





Su mente atravieza la noche de Buenos Aires a toda velocidad, desenfocando las luces nocturnas que le dan mas oscuridad. Sus pupilas tiemblan, giran, corren, su iris cambia de color. Sus manos se estiran para alcanzar el nuevo vaso lleno de bebida, para beberla y sentir que esta vacía una vez mas, para volver a servirse, hasta que caiga al piso, hasta que sienta que ya no es mas ella.Y si, en una de esas, la sutancia prohibida la ciega; agradecerá al cielo por permitirle dejar de ver los monstruos de esta tierra. Cuando se deforman ante ella, cuando se funden en objetos nuevos volviendo a su lugar, cuando cree que todo se calmó aparece la mayor alucinacion de todas. La corre, la alcanza. La come, la devora... y ella en partes desparramadas por el suelo nuevamente intenta reconstruirse con un café, vomitando en el inhodoro o aspirando cocaína.Ella nace, llora y muere. En un par de horas.
Se cubre sus cicatrices con polvo, saca los cuerpos del pelotero, los niños crecieron, y se estan consumiendo. Destruye su nirvana, quema sus ideas; se cambia de piel.
Una vez por día cree que esta lejos de lo que realmente es.
Aunque no pueda ocultarlo. A pesar de que duela taparlo... mañana lo volverá a hacer.