Ella desvaria.

Todos con sus problemas, las cuadras cuadradas, las calles rectas, la gente que pasa y observa perdida. El sol que se pone, los niños que corren.
Sus ojos gritan, sus ojos claman el cielo, su voz canta bajo la luna difuminada por el sol. Nada es real, todo es un sueño, y ella quiere despertar.
El vacio, el atardecer calido, el comienzo de la primavera, ella desvaria, desvaria sentada en la vereda. ella cae muy rapido y no se puede levantar. Lleva en su rostro las cicatrices del asfalto. Lleva en su alma los cimientos del mar.
Llora abrazando sus rodillas, grita sin que nadie le preste atencion, una anciana le pregunta si esta bien, pone su mejor sonrisa (siempre supo hacerlo bien) y dice que no sucede nada. A sus borcegos los desata, se descalza, se suelta el pelo y seca las lagrimas...

ella desvaria en la acera, bailando bajo las estrellas ritmos que jamas se han compuesto.
ella se tira del tobogan mientras recuerda mis besos y estos versos.
y muy en el fondo de su incoherencia mental...

Ella sabe que escribo de ella, porque ella escribe de mi.